lunes, 1 de agosto de 2016

¡Hágalo ya y sea feliz!



Vivimos en una época maravillosa, llena de posibilidades y oportunidades, en la que las opciones para alcanzar cualquier objetivo que nos propongamos se multiplican al amparo de los avances científicos y tecnológicos; realmente tener éxito no es cosa del destino sino de voluntad, y el factor decisivo para lograr algo en la vida es simplemente... una elección.

Si a usted como a la mayoría de las personas, lo abruma el tener demasiadas cosas por hacer y muy poco tiempo disponible, mientras se esfuerza por avanzar, con seguridad se sentirá impaciente al ver que no dejan de surgir, día con día, nuevas tareas y responsabilidades.
La felicidad no radica en no tener problemas o cosas que hacer, sino en la satisfacción de sentirse capaz de resolverlos y tener la oportunidad de aplicar su creatividad.
Esta es la razón por la que su capacidad para seleccionar la tarea más importante en cada momento, y después su capacidad para empezar esa tarea y terminarla pronto y bien, tendrán definitivamente un gran impacto en el resultado que obtenga, y por lo tanto, estas serán las habilidades más importantes que pueda desarrollar.

Una persona común que desarrolla el hábito de establecer prioridades claras y completar rápidamente las tareas necesarias siempre superará a un genio que habla mucho y hace planes fabulosos, pero nunca concreta lo que se propone.

Brian Tracy en su publicación de "21 estrategias para tomar decisiones rápidas y mejorar la eficacia profesional" decía que "Si lo primero que hace cada mañana es tragarse un sapo vivo, podrá continuar el día con la satisfacción de saber que lo peor que podía haberle sucedido probablemente ya ha pasado"

Tracy nos invita a imaginar que ese “sapo” es nuestra mayor y más importante tarea, la que probablemente, si pudiéramos, dejaríamos para después, pero es precisamente esa tarea la que puede tener el mayor impacto en nuestra vida en este momento y postergarla podría desviarnos de nuestro objetivo.

También aconseja que “si tiene que tragarse dos sapos, empiece por el más feo”. Es decir, si tenemos delante dos tareas importantes, sería conveniente empezar por la mayor y más dura, o la que menos nos agrade. Después de elegir, empezar inmediatamente a trabajar en ella, sin detenernos, hasta que la hayamos completado antes de pasar a otra cosa.

Considérelo como un “Reto”, un desafío personal. Resista la tentación de empezar por la tarea más fácil. Recuerde continuamente que una de las decisiones más importantes que tiene que tomar cada día es la elección de lo que hará inmediatamente, y de lo que hará después, si además hace otra cosa.


Una observación final, como lo señala Brian: “Si tiene que tragarse un sapo vivo, de muy poco sirve sentarse y contemplarlo mucho rato”. ¡Hágalo ya y sea feliz!



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