martes, 15 de marzo de 2016

Limpieza en el armario


¡Felicitaciones! Si usted está decidido a deshacerse de aquellas cosas que no utiliza, ha tomado una excelente decisión. Por un lado, libera espacio y alimenta la experiencia de libertad, y por el otro, elimina objetos que pueden ser útiles para otras personas; esto generará en su interior una energía positiva de abundancia y satisfacción.
Si lo piensa detenidamente, eliminar aquello que representanta el tiempo pasado es darse la oportunidad de ir al encuentro de nuevas posibilidades, es renovarse, es permitirse el goce de la transformación que solo puede lograrse cuando hay un verdadero cambio y esto lo llevará a sentirse feliz.
“Nada mejor que volar ligero” decía mi mamá y creo que tenía mucha razón.
Los cambios suelen generarse de adentro hacia afuera, primero hay una decisión personal, un sentimiento, una idea, un deseo, y después la expresión a través de la acción, que se concretará mediante un efecto físico modificando nuestro entorno. 
Quizás no se perciba al instante ese cambio por completo, y es posible que se sienta como si las cosas fueran notablemente similares a la forma en que estaban antes de empezar todo este proceso, aquí es importante confiar en la ley de causa-efecto, si usted hizo un cambio, por pequeño que parezca, solo es cuestión de tiempo para que sus resultados se manifiesten.
Sea paciente, dele un poco de tiempo, y verá que a medida que la deriva lo aleja de este momento, ese pequeño cambio, casi imperceptible, se sumará a grandes cambios en su vida y en su identidad, todo ello en formas útiles y saludables.
Es como la navegación en un barco, el cambio de rumbo por una décima de grado marino, aparentemente no cambia mucho en el momento, pero a los pocos días o semanas más tarde, se encontrará en aguas completamente diferentes.
Otro ejemplo podría ser un cambio de casa, una mudanza siempre es una grandiosa oportunidad de renovación, se inicia con la idea, luego viene el momento de la planeación, quizás es cuando nos damos cuenta que muchas de las cosas que tenemos no funcionarán adecuadamente en el nuevo espacio, entonces llegará el momento de decidir que se va y que se queda. Rompa con los apegos, piense en usted mismo como el dueño de la decisión y visualícese disfrutando de su nuevo espacio.
Le preocupa el proceso, olvídese de problemas y busque el apoyo adecuado, por ejemplo, un buen servicio de mudanzas:

Obviamente, cuanto más se deshaga de aquello que limita su espacio y no necesita la sensación de libertad llenara el ambiente.

¡Buena suerte!



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